Digitalis lutea (Digital amarilla, Yellow Foxglove)

Digitalis lutea, planta antiguamente perteneciente a la Familia de las Escrofulariáceas, ahora se considera de las Plantagináceas, Tribu Digitalideae, es una planta parecida a la anterior y ¿sabéis qué? Sí, chicos, lo habéis adivinado, las fotografías son de ... ¡Los Pirineos!

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El nombre de "Digitalis lutea" nos informa sobre una característica física de la planta. Así el nombre genérico de Digitalis proviene de la palabra latina digitus que significa dedo, porque hace referencia a que sus flores son como dedales para costura. "lutea" significa de color amarillo.

La digital amarilla es una planta perenne nativa de Europa central y occidental. Las flores con inflorescencias más pequeñas y densas que en D. purpurea son de color amarillo y tubulares con puntos amarillos en su corola.

Tamaño máximo 1 metro

Hábitat

Es frecuente el el norte de la Península Ibérica, en zonas boscosas, en laderas pedregosas o cerca de cursos de agua, es indiferente al tipo de suelo. Florece de mayo a julio

Como todas las Digitalis hay que tener precaución ya que son tóxicas.

Y aquí una foto de mi hermana donde se ve mejor, y de frente:

Ahora os pongo otras Digitalis, a ver si las conocéis:

Efectivamente, mis pequeñuelos, estas son Digitalis purpurea (un poco regular de aspecto) y Digitalis lutea, que se da más al sur.

Uso terapéutico o medicinal (sacado de Wikipedia para la Digitalis purpurea, supongo que también vale para cualquier planta del género):

La distintiva flor de la digital y sus hojas, contienen una poderosa toxina, la digitalina, que afecta el funcionamiento cardíaco. Extremadamente venenosas si se consumen, el extracto del principio activo ha sido empleado como medicación para la arritmia y otras deficiencias cardíacas desde finales del siglo XVIII.

La digitoxina y la digoxina presentes en las hojas, flores y semillas de la digital la protegen del ataque de predadores. Su ingesta es fatal con frecuencia. La digital es un ejemplo clásico de droga derivada de una planta y antiguamente usada por herbalistas (¿herboristas?), quienes hace tiempo que la dejaron de utilizar debido al estrecho margen de seguridad terapéutica (es decir, que quién sabe la cantidad de personas que habrán muerto por usar digitalina) y la dificultad, en consecuencia, de determinar la cantidad de sustancia activa adecuada en las preparaciones herbales.

Y hasta aquí la clase de Botánica de hoy ¡agur!